• Germán Cerrato
  • Posts
  • 💬 Durante mis años en Cencosud, nunca escribí una idea propia en LinkedIn.

💬 Durante mis años en Cencosud, nunca escribí una idea propia en LinkedIn.

Escribir no es mostrarse: es pensarse.Y a veces, pensarse es el primer paso para transformarse.

Sentía que mi perfil era parte de la empresa, no mío.

Y que cualquier opinión personal podía ser malinterpretada.

Por eso solo publicaba lo institucional: resultados, logros, felicitaciones.

👥 No lo digo como reproche.

Lo digo porque estuve ahí.

En Cencosud, y también en estructuras donde el silencio era parte de la disciplina aprendí a medir las palabras, a hablar cuando correspondía, a cuidar la forma más que el fondo.

💭 El problema es que ese hábito —el de callar lo propio— puede volverse automático.

Y cuando el ciclo se termina, uno descubre que hace tiempo dejó de pensar en voz alta.

Ahí empieza la desconexión: cuando actúas, pero ya no te escuchas.

✨ Con el tiempo entendí que escribir, hablar o enseñar tienen algo en común: obligan a pensar.

En el Ejército lo viví como instructor: quien enseña, aprende el doble. Porque me gustaba poner contexto, experiencia, valor agregado a los conocimientos que debía transmitir.

Y más tarde, en el mundo emprendedor, comprendí que quien escribe, se entiende el doble.

Porque al escribir —como al enseñar o hablar en público— te enfrentas a tus propias ideas, tienes que darles estructura, sentido y coherencia.

Y eso, más que exposición, es entrenamiento de claridad.

🟦 LinkedIn no es de la empresa. Es tuyo.

Tu espacio para ejercitar el pensamiento, compartir aprendizajes

y mantener viva la chispa que te mueve.

🚀 Dejo un desafío:

Escribe al menos una vez al mes en Linkedin (o donde te sientas desafiado).

En 30 días, ¿no puedes dedicar 15 minutos a ordenar una idea o una observación?

No hablo del algoritmo. Hablo de pensar. No lo digo por visibilidad ni por estrategia.

Está claro que para generar audiencia se necesita escribir con frecuencia, sostener un eje temático, mostrar distintos puntos de vista y fomentar conversaciones.

Pero este desafío va por otro lado.

Lo que propongo es simplemente escribir para pensar —o mejor dicho, para pensarse.

Porque ese ejercicio, aunque no busque alcance, suele generar algo más valioso: claridad.

No se trata de lograr un “recomendar”, aunque si ocurre, tampoco estaría mal.

No hablo de contar si fuiste a la playa o el color de tu traje de baño.

Hablo de compartir algo que te haya hecho pensar durante ese viaje:

una conversación, un libro, una situación que te dejó una enseñanza.

Lo que hayas visto como si hubieras sido un observador externo de tu propia historia.

Y si no te animas por estar expuesto, recuerda que justamente tienes la ventaja de estar expuesto.

Tienes voz. Eres referente.

Con tus ideas puedes ayudar a alguien que necesita destrabar un problema

y no sabe por dónde empezar.

🧭 Porque escribir no es mostrarse: es pensarse.

Y pensarse es la mejor forma de evitar el piloto automático 💀

que te aleja de lo importante, apaga la curiosidad

y termina llevándose la “llama”.

💬 Pensar por cuenta propia no es rebeldía.

Es evolución.